El Signo de La Espada y el Síndrome de Perseo y Andrómeda

También conocido como el síndrome del caballero de brillante armadura y brioso corcel que rescata a la doncella de un dragón.

Hace no mucho tiempo, su servidor sufría del Síndrome de Perseo y Andrómeda, este mal se caracteriza porque el que lo padece anda rolando como caballerito de bronce, caballero medieval en busca de alguien a quién salvar.

El nombre le viene porque había un cabrón que se llamaba Perseo, sí el güey ese que le cortó la cabeza a la medusa. Resulta ser que entre sus chocoaventuras se cuenta que andaba curándose una cruda, buscando un burdel, que rolaba por ahí por el norte de África y se encontró con una chava que sus padres habían encadenado a una piedrononona. Ese cuate fue en chinga, como todo héroe griego, a ver qué coño estaba pasando. Resultó que había un Reptilian Faggot u un monstruo marino conocido como Ceto (en realidad era un gran gran pez, de ahí el nombre que se le dio a los cetáceos, pese a que son mamíferos, pero en fin) entonces el Perseo mató al mostro y salvó a la porrista a la chica y se casó con ella.

Si les interesa la leyenda completa y escrita decente y civilizadamente, la encuentran en ese link y estarán de acuerdo conmigo en que hay muchas similitudes con esta otra leyenda

Por cierto, la mayor parte de las imágenes presentan a la bestia Ceto como un Reptilian Faggot dragón, pero se supone que era una gran bestia marina con predominantes características ícticas, oseáse de pez.

Nótese como bajo los pies del héroe hay un GRAN pejelagarto.

A lo que voy con este méndigo post es que la imagen de arriba persiste en la mente de mucha gente, tanto hombres como mujeres, es decir, la imagen de una mujer como víctima.

Me ha sucedido, en el tiempo en el que estaba con ese síndrome, que tras “matar al monstruo” me convertía en él. En la mente de la “Andrómeda” yo no era un héroe, era un monstruo peor aun que “Ceto”. Para colmo de males yo me la creía, me creí un monstruo, un ser nocivo y lleno de destructividad mientras que la “Andrómeda” en cuestión se quedaba encadenada.

Hoy veo con tristeza como en mi país, México, tenemos que vernos obligados a concebir una ley para el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, cuando eso del acceso a una vida libre de violencia debería ser una derecho humano fundamental. Lamento asimismo que esto pueda interpretarse erróneamente, más aun lamento que mi torcido y encabronado cerebro tienda a ver esto de la siguiente manera:

1. Ley para el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. O sea que el estado no garantiza a sus ciudadanos del género masculino la vida libre de violencia

2. Entonces, al pertenecer a un grupo particular de la sociedad, es decir, el género femenino, al ser beneficiadas con esta ley de manera exclusiva están gozando no de un derecho, sino de un privilegio.

No me convenzo de ello, simplemente creo que algunos así lo interpretaran. No celebro esa ley, la lamento porque no existiría si en mi país y en el resto del mundo no hubiera violencia. Violencia en general, no nada más contra las mujeres. Por desgracia, esta última se ha convertido en una tara de la humanidad como bien mencionó hace algunos posts el buen Jota Pe.

Pero también es una tara de la humanidad esa visión de la mujer como víctima eterna.

Yo recuerdo que en la primaria una maestra nos decía que debíamos estudiar la primaria para que cuando tuviéramos hijos pudiéramos ayudarles con las tareas. Y se refería de manera especial a las niñas. Y quién nos lo dijo??? Una mujer.

Hasta la fecha me sigo cagando en ese comentario. Afortunadamente en mi casa hubo otra visión. Mi padre siempre nos dijo que si no existieran las mujeres domesticaríamos a otro animal. Pero al decir esto no lo decía en plan malicioso ni misogínico, mi madre y mi padre nos enseñaron la convivencia de manera cooperativa y equitativa entre hombres y mujeres. El chiste que contaba mi jefe era para que sus hijos hombres entendiéramos que las mujeres no son para el servicio y que nosotros debíamos ser capaces de atender nuestras necesidades básicas, así como el orden de la casa.

Por eso es que me cuesta sentirme a gusto con esa famosa ley. Yo creo que es un derecho fundamental de la humanidad que no tengamos violencia en nuestras vidas. Veo esto como un mal necesario a causa de los atropellos que históricamente el género masculino ha tenido con el género femenino, así como la serie de atropellos del género femenino contra si mismo. Eso es lo que me duele.

Esto, esta imagen debe erradicarse de la conciencia humana, carajo. Y curiosamente Andrómeda quiere decir: "la que domina a los hombres"

¿Saben qué? Hagan de cuenta que no dije nada. Estoy que me cago en todo. Voy a montar mi blanco corcel a buscar un pinche dragón para romperle su madre, me vale si hay muchachona de por medio o no.