Monólogo Number Four
Sobre el insomio.
Sobre el insomio.
Esta tarde llovió sin parar. El cielo lloró toda la tarde y mojó la ciudad como si se tratara de bañarla después de un año sin bañarse. El ruido sobre la lámina me mantuvo alerta todo el tiempo, sin embargo no pude terminar mi trabajo, porque tuve que hacerme cargo de una gotera, lo que me quitó mucho tiempo. Malditas goteras, maldito techo de lámina.
Pasada la tarde, la lluvia continuó negándose a morir, dejando caer un débil flujo sobre la tierra. No entiendo porqué ese movimiento tan leve me causa tanta debilidad. Se hace tarde y no puedo más que estar sentado aquí, cerca de mi ventana. No se escucha más que el canto de las chicharras y el ladrido de un perro triste. Ocasionalmente pasa un policía en su caballo. O un grupo de caballos de la montada.
Y abro los ojos, cansado, pensando que no podía dormir.
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