viernes, 8 de agosto de 2008
Ratas
Gracias a la ignorancia y superstición de las autoridades de la Edad Media, la persecución de las supuestas brujas acabó con casi un millón de gatos, principal depredador mamífero de las ratas. Las lechuzas y serpientes así como hurones y comadrejas son buenas para matar ratas, pero no van a tu casa a chingarse a las ratas.
Al remover a una cantidad importante de predadores para estos bichos que son una máquina de sobrevivir, se les dio una oportunidad magnífica para miltiplicar su población. Posteriormente con la llegada de los europeos al continente americano, se supone que ellos trajeron consigo a las ratas, aunque a mi me da la impresión de que estas bestias ya existían aquí, aunque con una distribución mucho menor. El caso es que llegaron las ratas a América y aquí se quedaron, aumentaron sus territorios y con ello el número de ratas.
al igual que miles de seres humanos les profeso un profundo e irracional odio a las ratas. No me resultan despreciables por su aspecto, de hecho me parecen muy bonitas, a veces hasta me dan ternura las pobrecitas y su diseño es excelente y muy versátil. Lo que me genera un agobio terrible es saber que provienen del panteón o de las alcantarillas, que están llenas de bichos y sobretodo me molesta sobremanera que se metan a MI COCINA a cagarse, es decir a marcar "su" territorio en MI COCINA que es MI TERRITORIO. Detesto eso, me ofende, me agobia siento que en cualquier momento veré leptospiras y toxoplasmas volando en el aire y poco a poco, angustiosa e interminablemente, me asfixiarán.
Como ya he mencionado, son máquinas de sobrevivir, tienen el cuerpo flexible que les permite meterse en tubos y en rendijas pequeñas. Aguantan sin comer ni beber agua durante mucho tiempo y aunque portan un chorro de enfermedades infecciosas, nunca las padecen, esas características me hacen admirarlas. Claro, algunas micobacteriosis, con la causada por Mycobacterium microtti si las pueden afectar. Las rabias también, aunque es rarísimo.
Se me enseñó a no despreciar ni odiar a ningún ser vivo, pero con las ratas que son tan nocivas para la humanidad y para otras especies animales es muy difícil tolerar su presencia en las casas. Me parecen un bello animal, aunque no entiendo como algunas culturas les han rendido culto. Quizá por aquello de la fecundidad. Pero de todas maneras, al igual que la mayoría de los seres humanos he matado o intentado matar estas alimañas.
Son casi inmortales. Seguramente Bruce Willis se entrenó con ratas para su película de Duro de Matar. Esquivan patadas, pedradas, balazos. El veneno les hace lo que el viento a Juárez o más bien han aprendido a detectar su presencia en los cebos. Los aparatos de ruido que supuestamente sueltan una frecuencia que solo las ratas oyen y les molesta no sirven porque el ruido de camiones y automóviles durante años y años no les molesta ya, están acostumbradas al ruido.
Dan ganas de conseguir lechuzas, hurones o serpientes con tal de mantener a raya a esta plaga. Igual no matan a ninguna, pero al menos evitarían que se metieran a las casas, mejor de lo que lo hace un gato, creo yo.
Malditas ratas.
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