Otra de conspiranoias, pero en plan serio. Guarderías ABC y otros acontecimientos nefastos: el verdadero enemigo detrás de ellos.

Yo les decía en el post anterior ¿Por qué reptilianos? ¿Por qué no ratonianos o cucarachianos?

Estos seres realmente le hacen un gran daño a la humanidad, toneladas de granos se pierden al año por culpa de las ratas y cuántas enfermedades transmiten entre ratas y cucas…

Esto va en serio, eh? Parece que estoy diciendo mamadas, pero inicio así porque quiero ilustrar un punto.

Mucho se menciona en las teorías de conspiración acerca del control de los medios como arma de conquista de la población, como los medios idiotizan o parcializan o esconden la verdad y nos mantienen en “el limbo”. Tengo que agregar que en gran parte es verdad

No se trata que sistemáticamente utilicen un “rayo” o una onda paralizadora de las funciones superiores del neocórtex, no. Tampoco se trata de intricado complots para esconder realidades que nos conciernen a todos y que la más mínima de las noticias es pura falsedad. No.

Y mucho menos, que los medios sirvan como arma o estrategia para que creamos que vivimos esta realidad, cuando la realidad no la podemos percibir debido a ese bloqueo.

Lo cierto es que sí hay contenidos en los medios que tienen como fin la distracción. Y como son tan insistentemente repetidos, maquillados y engalanados para volverse más atractivos, acaban por enajenar, terminar por generar una especie de obsesión.

Esa clase de obsesiones, esa constante distracción hacia ciertas cosas, como en estas fechas lo es el mundial de futbol, es lo que facilita que olvidemos cosas tan duras, tan dolorosas, pero a la vez, que son menester combatir, señalar y resolver. Como es el caso de las guarderías ABC.

Yo no termino de entender como es que la Tremenda Suprema Corte solo hizo una lista de inútiles en lugar de darle seguimiento al caso como debía de ser, fincar responsabilidades y establecer una retribución a las familias.

No entiendo como el ministro Mayagoitia, en lugar de llevar a la discusión casos como este del ABC, como el de los niños que mataron los soldados en un retén, etc., se ponga a discutir si las píldoras del día después mañana del día siguiente son abortivas y si deben formar parte del cuadro básico de fármacos de la secretaría de salud. Por qué el ministro sigue viendo cosas como esas como un asunto con tintes morales, religiosos, en lugar de verlo como lo que es: un asunto de SALUD PÚBLICA.

Insistiendo en el principio del párrafo anterior: eso de la píldora, tomando en cuenta todos los asuntos pendientes que hay en México, tomando en cuenta todos los casos que no han sido resueltos, toda la justicia que no ha sido impartida, lo de la píldora es irrelevante.

Entonces, que hay detrás de todo esto? qué hay detrás de las guarderías ABC, del caso del joven mexicano asesinado en la frontera de E. U. A. o del caso de los niños que mataron entre narcos y soldados en un retén??

Enemigos.

Nuestro México “transparente” y “equitativo” sufre desde hace mucho una plaga, una plaga creciente como un maldito osteosarcoma.

Además de los males tan terribles de la corrupción y la impunidad imperantes desde hace tanto tiempo, en nuestro México persiste una inquietante cadena de maldad. En ella, en los eslabones más grandes han habido una serie de engendros que han utilizado el poder para engrandecer a los pendejos. Sí señores, a los pendejos y seres sin el menor escrúpulo. Han utilizado el poder para protegerlos y para esconder la inmundicia que cargan con ellos.

Ellos. Esos que mueven los hilos detrás del presidente, de los senadores, esos que los usan como escudo y como fachada, esos son el enemigo oculto.

Y no son extraterrestres reptilianos. El buen Krizalid decía que esta sociedad no tiene razón de ser, pero sí que la tiene y son tres cosas: profit, profit, profit, o sea “ganancias, me chingue a quien me chingue”. Y estos cabrones viven bajo esas reglas. Lo que no sé a ciencia cierta es si pasan por encima de uno por ignorancia, por indiferencia o si lo hacen deliberadamente y además lo gozan.

No sé decir cuál de las dos opciones es la más perversa, pero lo cierto es que esos enemigos ocultos nos están chingando. Sí, te chingan a tí y a tu familia. Nos chingan a todos y también chingan a su madre.

Insisto, no son reptilianos, no son seres de otro de mundo o de otra dimensión. Ni siquiera están posesos por el mal. Esos enemigos ocultos son seres humanos, pero son inmundos y no merecen llamarse humanos. Por esa razón es que proponía que en lugar de reptilianos se llamaran o fuesen ratonianos o cucarachianos, porque son así de inmundos y de rastreros, así de nocivos y furtivos. Y así son de difíciles de erradicar.

Pero dejémosle, por moda, en que son reptilianos, pero reptilianos de mierda.

Sabes quién más es un reptiliano de mierda?

El cabrón negrero para el que trabajas, que se soba los huevos con la lana de tu seguro social.

El cabrón ex policía que ahora es guarura de algún político, cuando debería de estar protegiéndote.

El hijo de puta ex policía que te secuestra y te mutila.

El marica de mierda que le pega a su mujer y a sus hijos.

El malcagado que lo saca del bote, si es que lo llegan a entambar.

El hijo de la chingada que se mete a robar a tu casa y te la deja echa un desmadre.

El puto que te asalta en la esquina y te madrea o te mata.

Es un reptiliano de mierda el cagón que le lame el culo al jefe en el trabajo y se caga en tí frente al patrón, con tal de rebasarte.

Es un hijo de puta reptiliano de mierda el que se aprovecha de tus creencias religiosas para joderte o sacarte algún provecho aunque no sea económico.

Es un reptiliano de mierda ese cabrón que te corre de tu casa a punta de machetazos porque no practicas la misma religión que él/ella.

Por eso ahora aparecerán entradas en este blog con la etiqueta reptilianos de mierda cada vez que aparezca una gran putada de los reptilianos de mierda.

Los dejo con esto:

Saludos a mis amigos los escombristas, ellos dicen ser reptilianos, pero en realidad son buena onda, ellos no son reptilan faggots ni reptilianos de mierda. Son pachecos chupacábricos, pero son buen pedo.

Hasta pronto.