Mensaje a Los Pinos y a San Lázaro

Señores:

Ya es bastante malo que la legitimidad del presidente siga en tela de juicio. Ya es bastante malo que persista un combate al narcotráfico que excluye la limpieza del sistema, al que le tiemblan las manos cuando de combatir la corrupción interna se trata.

Ya es bastante malo, señores, que se haya propuesto y ratificado a un hombre para la dirigir la PGR, de quien se ha observado y comprobado una ineficiencia y una falta de sensibilidad social verdaderamente insultante. Creo que es de lo peor que se le ha ocurrido al ejecutivo en el presente año, así como una mancha muy severa de esta legislatura.

Nuestro país sufre de una serie de problemas pendientes, fuimos gobernados durante más de 70 años por un sistema corrupto y represor, mismo que, aunque creo ciertas bases para el desarrollo, la corrupción y la ineptitud bloquearon el avance y la visión de otros. No era prudente ni lógico esperar que todos los problemas sociales y económicos se arreglaran en el sexenio anterior; sin embargo, lo deseable era y sigue siendo, que no se agraven estos problemas. Pero de nueva cuenta, la desatención de estos asuntos, el desconocimiento total y la falta de sensibilidad social le dieron un sello distintivo de nocividad al sexenio anterior.

Ya es bastante malo que tengamos que padecer estridentes campañas políticas que dejan toneladas de basura y que gastan una enorme cantidad de dinero. Ya es bastante malo que el gobierno anterior y, aparentemente, también este, estén enfrentados con la comunidad científica, con los académicos de este país.

Ya es bastante malo que se gasten cantidades estratosféricas en privilegios para los altos funcionarios del gobierno federal,  de los gobiernos estatales y de los legisladores.

Encima de todo esto que he mencionado, se pretende realizar una reforma fiscal que incluya un aumento a los impuestos, irónicamente, para combatir la pobreza. Pero para hacer más pesada la broma, se mencionó varios días atrás, que ese aumento era necesario si queríamos tener vacunas contra la influenza H1N1. Eso sonó muy parecido a un promocional de la PROFECO de hace varios años, en el que un dependiente de una tienda le dice a una señora: “Si no me compra jamón, huevos y carne, no le vendo su leche. ¡Aliméntese bien!”. Me refiero a que suena como a chantaje, como a extorsión. Y si camina como pato, hace como pato… ya ustedes me entienden, ¿no es cierto?

Por cierto, con respecto a la influenza:

Lo que en una traducción libre sería: “Nuestras sinceras disculpas, pero las vacunas contra la influenza no se aplicarán sino hasta las 2pm de hoy, debido a un brote de influenza entre el personal”

Esto sucedió en los Estados Unidos de Norte- América. Esto nos ilustra que las medidas preventivas valen más que cualquier vacuna. La vacuna contra la influenza estacionaria que se incluyó en esta semana nacional de vacunación, podría tener cierta eficiencia y de manera especial, tratándose de una enfermedad cuya presentación ha tenido una morbilidad y mortalidad muy baja, no debería ser urgente la aplicación de la vacuna específica contra la cepa H1N1. La ventaja y la conveniencia de disponer de esta vacuna no se puede negar, pero insisto, no es urgente. Mientras se observen las medidas de prevención propuestas, se podrán combatir decenas de enfermedades contagiosas, no solo la influenza.

Por cierto, no quisiera ser rigorista, pero durante la inauguración de la Semana Nacional de Vacunación, el señor secretario de salud le dio un beso en la mejilla a una niña, que se supone debería evitarse. En fin, no quiero ser rigorista ni desviarme del tema. En el párrafo anterior quise hacer ver que el asunto de la vacunación contra la influenza H1N1 no es urgente y quiero agregar que me parece ruin presionar a la opinión pública para que se apoye a una reforma fiscal a todas luces injusta, explotando el temor de la gente a la mencionada enfermedad.

Quiero pedirle al ejecutivo que desista de tal reforma. Quiero pedirle al legislativo que no la apruebe, que la replantee. Quiero pedirle a los dos poderes que sondeen a la población, no solo a los grandes empresarios que los han apoyado, sino a al grueso de la población, incluyan a la pequeña y mediana empresa, incluyan a los profesionistas independientes, a los profesionistas que trabajan en las instituciones gubernamentales, a las amas de casa. A los desempleados. A esos desempleados que esperan ese empleo que se ofreció a grandes voces y que no se ha podido garantizar. A ellos pregúnteles que opinan acerca de esa reforma.

Quiero hacerles ver que eso va en contra de la voluntad de la gente. Quiero hacerles ver que es un error. Quiero hacerles ver que esa reforma es agresiva para el patrimonio económico de la mayoría de la gente de este país. Para combatir la pobreza existen recursos, simplemente tiene que canalizarse adecuadamente, disminuir los privilegios de todas las secretarías, no basta solo con eliminar dos dependencias de esta índole.

Si se desea más recaudación, entonces deben existir esos millones de empleos que se prometieron. Me atrevo a pensar que si existieran esos millones de empleos, hasta se podría reducir el ISR y aún así habrían recursos para combatir la pobreza.

Por último quiero dejarlos con este video, no sin antes insistir: Replanteen esa reforma, hay varias propuestas ciudadanas, sean tan amables de tomarlas en cuenta. Señor Calderón, escuche a su pueblo. Señores de San Lázaro, sean dignos representantes de la gente, pregunten, acérquense de verdad a la gente que los puso en la curul que ocupan.

 

Estoy muy seguro que pocos le creyeron. Estoy muy seguro de que la mayoría se tomó con reservas lo que usted dijo ese día, señor Calderón. No hay quien espere que usted sea el que resuelva todos los problemas del país, sobre todo considerando todos los antecedentes. Lo que quiero decir con todo esto es: No hagan más daño.